A la edad de 18 años, Chu Yuan se enfrenta a una tremenda presión para demostrar su competencia como nuevo emperador del Estado de Chu. Debe ser cuidadoso con sus decisiones, especialmente con los continuos disturbios en las fronteras de Chu y Xinan. Sin embargo, el asunto se le escapa de las manos cuando Duan Baiyue, el joven rey de Xinan, pone fin él mismo a la rebelión. Su ayuda ahorró a Chu Yuan un dolor insuperable, y el pueblo de Chu aclamó a Duan Baiyue como su héroe.
Dos años más tarde, la influencia de Xinan ha crecido y se rumorea que Duan Baiyue pretende hacerse pronto con el poder del estado de Chu. Ante un ciruelo de invierno, un furioso Chu Yuan no sabe qué pensar y recuerda una promesa hecha hace mucho tiempo. La tensión llega a un punto de ruptura cuando un duque visitante de Ahnu, aliado del Estado de Chu, aparece muerto en las calles de Chu.