Para Tamagawa, ser voluntario en un café de gatos es el único alivio de su estresante trabajo. La gerente le dice que "se relaje y aprenda a dejarse consentir", pero él no sabe qué significa eso hasta que un nuevo cliente, Rai Shindou, llega al café y le dice a Tamagawa que quiere quedárselo como si fuera un gato. Así comienza su extraña, pero fatídica relación. Una comedia romántica de corazón puro y reconfortante.